MAEx que inspiran: Beatrice Avolio

Cuando una elige una carrera profesional, suele escuchar siempre “Escoge bien porque ese será el rumbo de tu vida”. En parte es cierto, pero la única dueña del camino, es una misma.

Muchas personas inician una vida profesional en un rubro y durante la experiencia, se dan cuenta que no son completamente felices, por lo que se encuentran en la búsqueda de un propósito que vaya mucho más allá de la estabilidad económica y una buena posición, como le sucedió a Beatrice Avolio.

Con estudios en Administración y Contabilidad en la Universidad del Pacífico, trabajó por muchos años en una corporación tradicional, en donde descubrió que le era difícil seguir el ritmo rutinario y los horarios estructurados. En búsqueda de su propósito, dejó su estabilidad económica para realizar un MBA en Esan y en el camino, cambió su orientación financiera a una pedagógica.

Preguntas como ¿Cómo te hace sentir tu vida actualmente? ¿Qué es lo que no te gusta?, son algunas de las que dan inicio al cambio y Beatrice supo escucharse a sí misma, descubriendo así que su verdadera vocación y el camino a trascender estaba en la educación.

Con 21 años de carrera en el mundo académico, actualmente es Jefe del Departamento de Posgrado en Negocios de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Directora del Centro para el Liderazgo Responsable, Mujer y Equidad. Profesora Investigadora en CENTRUM PUCP Business School. Miembro del equipo fundador de CENTRUM PUCP Business School. Además, miembro del Comité Pro Mujer en CTI del Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica-CONCYTEC.

Obtuvo un Master of Philosophy en Maastricht School of Management de Holanda y dos Doctorados en Administración de Empresas, uno en el Maastricht School of Management y el otro en la Pontificia Universidad Católica del Perú, mientras criaba a sus mellizos de ahora 20 años.

Talentosa emprendedora y dedicada profesional, confiesa que trabaja desde los 18 años y que le encanta conservarse activa, caminar por la playa, leer, cocinar, la naturaleza, el tiempo libre y sobre todas las cosas, disfrutar con su familia. Conozcamos más de ella:

Cuéntanos sobre tu desarrollo laboral y tu crecimiento profesional, ¿Cómo te sientes ahora con todo lo que has logrado desde que empezaste tu carrera?

Empezó dándome caminos inesperados, no pensé que el mundo de la educación sería mi ruta, pero en él encontré lo que me gustaba, mi verdadero propósito.

Enfrenté muchos retos profesionales, pero no algo que me apasionara y en el mundo de la educación, descubrí una mezcla de desarrollo profesional y estoy convencida que es la llave para cambiarle la vida a las personas. He visto a tantas que han cambiado y desarrollado su vida a partir de la educación, que realmente fue algo de lo que me enamoré y estoy convencida que una educación de calidad para las personas, hace que se abran las puertas para lo que quieran hacer el resto de sus vidas.

Tal vez hubiera podido realizar una carrera corporativa tradicional en base a la financiera, pero había algo que no me terminó de gustar, lo primero fue el propósito y los segundo, es que no soporto la monotonía, ni la rutina, ni los horarios estructurados, esas 3 cosas me marcaban mucho y realmente soy una persona de proyectos permanentes, por lo que tener una rutina es algo que no va conmigo.

A lo largo de tu desarrollo profesional ¿Cuál crees que han sido los obstáculos más difíciles de superar?

Los obstáculos han sido ir aprendiendo que a medida que vas desarrollando tu conocimiento profesional, las habilidades técnicas son menos importantes y mucho más relevantes son las habilidades de gestionar a las personas, los equipos, los objetivos del trabajo en equipo, de encontrar talentos, de formar personas.

Y lo de seguir viviendo en un mundo con una mentalidad mucho más estructurada como es el financiero contable, en realidad fue un obstáculo personal interno más que externo y como madurar y cambiar para poder tener más en cuenta y más adelante el factor humano que los factores técnicos, para mí ese ha sido mi principal obstáculo, más interno que externo en realidad.

¿Cuál ha sido a la fecha la que consideras la mejor decisión de tu carrera?

Yo creo que la mejor decisión de mi carrera fue hacer un corte a una línea de carrera tradicional. Yo trabajaba en una espectacular empresa minera y un día estaba en el yacimiento de un sitio muy bonito, mire la luna llena, eran las 05:30 de la tarde porque acababan temprano y dije “¿Que hago acá?”, en ese instante tenía a mis hijos pequeños (eran prematuros), pensé en mi esposo, mis padres. Y ahí estaba yo; haciendo algo interesante, pero que consideraba que no era mi propósito, así que dejé todo de un momento a otro y me fui a hacer una maestría. Dejé la seguridad de una espectacular carrera de posición, para quedarme en nada por un buen rato y con bastantes costos fijos para encontrar mi propósito por otro lado, creo que fue la mejor decisión que por suerte resultó bien y se fueron abriendo las oportunidades poco a poco.

Definitivamente desde tu posición inspiras a muchas mujeres ¿Cómo crees que dentro de tu organización o tu rol empresarial puede apoyar a otras empresarias o ejecutivas?

Desde mi posición trato de inspirar a muchas mujeres. Al igual que ellas, he pasado diferentes etapas en mi vida y me identifico con todas. Ahora que una va adquiriendo más experiencia y veo mujeres que están en la etapa de mayor conflicto como el trabajo, niños pequeños, un lugar o un espacio personal, pienso que yo ya pasé por eso. Mis hijos ya están grandes y de todas maneras trato desde donde estoy, poder apoyar de diferentes maneras el desarrollo profesional de más mujeres. La mayoría de nosotras nos hemos incorporado a la vida económica, por eso es raro encontrar una mujer que no trabaja, sin embargo, ha traído otros cambios en sus condiciones, en donde terminamos cargando con más cosas, a veces no porque nos obliguen, sino por nosotras mismas.

De alguna manera a través de la propia educación, de la investigación y con un contenido real científico no simplemente anecdótico, puedo ayudar a inspirar a otras mujeres que finalmente cumplan lo que quieran, no todas tienen el mismo camino, sino que cada una se sienta satisfecha con lo que ha logrado en su vida.

Dentro de tu equipo cuentas con mujeres que seguramente también son mamás y que sobre todo en estos tiempos han tenido que realizar múltiples labores desde casa ¿Qué consejos les puedes dar para su interacción trabajo/hogar?

Dentro de mi equipo tengo mujeres que son mamás, algunas grandes, chicas, abuelas, diferentes etapas. En estos tiempos realmente ha sido tremendo, no solo por la labores, sino por que también se han enfrentado a muchas cosas como temas de salud, padres que han fallecido, temas de sus hijos, enfermedades, diferentes situaciones que han tenido que enfrentar además de trabajar en un espacio de casa. Algunas con un espacio cómodo y otras no, han tenido que tener arreglárselas para cumplir labores.

La principal recomendación, es que como líderes, tenemos que poner a la personas delante de todo, pues son quienes van primero en todas estas etapas y tenemos que comprender que hay muchas cosas que pasan detrás de ellas. El consejo que les doy, es tratar de establecer espacios, ordenar el tiempo, anteponer siempre a las personas, poder conciliar, negociar, establecer horarios. Por ejemplo, yo tengo parte de mis equipos trabajando de noche porque es lo que necesitan en sus hogares. A esas horas, no tienen los espacios de ruido y están cumpliendo muy bien, simplemente en un proceso de comunicación para poder encontrar el apoyo en sus trabajos y hay que dar ese espacio a las personas en conjunto.

Mucho imaginábamos que el teletrabajo iba a ser la maravilla, que así podríamos tener espacios en nuestros hogares para cumplir otras responsabilidades, pero ahora cuando les pregunto a todos si prefieren 100% presencial o teletrabajo, todos me dicen que el teletrabajo les funciona, pero también necesitan salir de casa y tener contacto con otras personas e interactuar, tener contacto social o sea también es importante para el desarrollo profesional, entonces al final el mundo ha cambiado y va a quedar en un intermedio.

¿Crees que alguna habilidad que desarrollaste en la maternidad la has convertido en una fortaleza profesional?

En la maternidad estaba mucho más joven, tuve mellizos, mi embarazo fue muy complejo, me pasé en la cama seis meses y mis hijos nacieron prematuros. Los primeros 5 años fueron muy difíciles, en donde tenían complicaciones permanentes, hasta que ya fueron creciendo. Fue una etapa complicada en la que me hubiera gustado tener más madurez, pero eso fue lo que me hizo madurar y me hizo entender qué es lo importante. Me di cuenta que uno también tiene que desarrollarse como persona, no solo como madre, pero también tienes que darle un ejemplo a tus hijos de lo que puedes ser como persona.

Cuando mis hijos eran chicos, yo tenía el famoso tema de culpa y pensaba “salgo a trabajar, los estoy dejando, qué va a ser de ellos”, incluso van creciendo y te dicen “mamá me abandonas, no estas conmigo”, y eso todos te lo dicen. Hoy ya tienen 20 años, pero a los 14 o 15, ellos empiezan a ver las cosas de otra manera.

Yo les diría que no regresaría a ser una mamá 100% en casa, ser una mamá ejecutiva para ellos ha sido un ejemplo de fortaleza, ejemplo, de distribución de tiempo, de referencia y creo que ellos lo aprecian. Lo que fue un reclamo de “Mamá llegas tarde” hoy es “Mamá, tú puedes hablar de otros temas, tú puedes apoyarme en estas cosas, tú eres un referente para mí, etc”. También he escuchado a mi hijo decir “Yo nunca quiero ser como tú” hace unos años, pero ahora me dice que no quiere trabajar como yo, pero que le gustaría tener todas las capacidades que tengo.

Los hijos van madurando y no hay que tenerle miedo a la culpa que una siente. Hay que darles el espacio, la calidad, el tiempo y cuando hay que pensar entre los hijos y otra cosa, siempre van ellos primero, por eso hay que encontrar espacios en los cuales una se sienta bien y puedan desarrollarse laboral, profesional y familiarmente. Finalmente somos solo una persona, un balance de todos los aspectos de nuestra vida y tenemos que encontrar ese equilibrio.

¿Cuál es la decisión corporativa más difícil que has tenido que tomar hasta ahora?

La vida se construye de pequeñas decisiones y no creo que haya una sola, existen muchas que son difíciles, pero no hay que tener miedo a equivocarse, que es lo más importante; cuando tienes miedo a hacerlo, no decides y si no decides, no funciona porque no vas a ningún sitio. Creo que hay muchas cosas que para desarrollar como ejecutivas.

Dentro de tu día a día ¿Tienes algún truco de productividad que nos puedas sugerir?

Yo creo que el truco no es solo productividad. En una entrevista que le hice a algunas mujeres corporativas, les pregunté cuáles eran las cosas más relevantes que se deben de hacer para alcanzar una posición de responsabilidad y descubrí varias cosas; la primera, es sin duda estar preparada, porque tienes que tener contenido en todos los aspectos de preparación, pero por otra parte, el desarrollo de habilidades blandas o poderosas como se le dicen ahora, que tiene que ver con las estupendas estrategias de comunicación. Tienes que tener una serie de habilidades relacionadas con el manejo de las situaciones con los aspectos de negociación, tienes que saber hablar y expresar tus ideas y argumentos, no hacer un directorio a quedarte callada en lo absoluto, tienes que tener mucha resiliencia, no te puedes rendir por cualquier cosa, tienes que tener lo que llaman resistencia infinita, que es cuando ya sabes que perdiste pero sigues jugando con tu máximo esfuerzo, tiene que gustarte lo que haces.

Otra cosa que descubrí, fue que es fundamental crear y nutrir tu red de contactos y aliados dentro de una organización. Las mujeres no desarrollamos esto al igual que los hombres.

Debemos evitar a toda costa el “síndrome de la impostora” (mujeres que creen que no se merecen el éxito porque en realidad, son un fraude). Muchas de nosotras lo sentimos, pero eso va en contra de tu autoestima, por lo que tienes que desecharlo.